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Tener hijos antes de conseguir la independencia financiera o aún tener hijos en forma alguna, es un error para muchas parejas románticas. Los hijos pueden reducir el potencial para el triunfo profesional, la felicidad romántica y los placeres psychuous de ambos en la pareja, por dos décadas o más. Frecuentemente, el nacimiento de los niños significa el fin del crecimiento y la felicidad para la pareja. Y la pérdida de crecimiento y felicidad de los padres puede perjudicar el bienestar de su hijo o hijos inocentes.
Frecuentemente cuando el peso de los hijos termina el crecimiento personal, la visión de futuro de los padres toma una dirección descendiente. Entonces sus vidas comienzan a encogerse hacia la vejez y la muerte. Pero si los padres fallan en su responsabilidad de criar a sus hijos apropiadamente para que sean adultos independientes, esos hijos van a convertirse en víctimas del abandono moral de sus padres. Como con cualquier abandono moral sin corregir, los padres que actúan así van a sufrir consecuencias perjudiciales para su autoestima y felicidad.
Las parejas Neo-Tech evitan tener hijos por lo menos hasta que estén en una posición financiera y de madurez en la cual los hijos van a ser un crédito de felicidad neta, y no una carga que drena. Tales parejas casi siempre tienen mayor capacidad de amar, tanto a la vida como a los niños, que aquellas que insensata o prematuramente dan nacimiento a niños por varias razones de "seguridad", expectativas de "lo que piensan los demás" y otras razones pocos saludables.
El amor romántico y los placeres psychuous, aún así, pueden ser logrados por parejas que tienen hijos si ellos satisfacen completamente sus responsabilidades, tanto con sus hijos como consigo mismos. Con los hijos, la meta de alcanzar felicidad en el amor romántico se hace más difícil y desafiante. Pero si tiene éxito, una relación romántica con la singularmente valiosa experiencia de los niños puede ser aún más remuneradora que una relación romántica sin hijos. Con hijos, la creciente felicidad romántica se puede lograr sólo después de aceptar un rol de no-mártir, completamente responsable, al preparar los hijos de uno para que tengan vidas productivas e independientes. Al mismo tiempo, uno siempre retiene la relación de amor romántico como el valor primario.
En cualquier caso, tener y criar niños es una singular y principal experiencia de la vida. Y los hijos pueden desarrollar caracteres que brindan valores importantes de largo alcance a sus padres, especialmente a medida que pasan los años. ...Los niños bien evolucionados pueden rendir valores magníficos, casi inimaginables. El tener y criar racionalmente a niños de orientación Neo-Tech puede brindar una bonanza de valores que no es obtenible por ninguna otra fuente.
Las parejas seguras financieramente y maduras emocionalmente pueden desear genuinamente la experiencia generadora de valores que es tener hijos. Así ellos pueden elegir racionalmente tener y criar hijos sin sacrificar ni disminuir su felicidad de largo plazo. Pero criar hijos significa continuamente arrancar a los padres de su estimulante mundo de adultos para entrar en el limitado mundo del niño... un mundo que los padres superaron y dejaron atrás hace mucho tiempo. La necesidad de volver continuamente y comunicarse en el mundo del niño tiene que ser aceptada y frecuentemente no es una experiencia agradable o enaltecedora del crecimiento. Además, criar hijos disminuye la privacidad disponible a la pareja, lo cual, si no se reconoce y se trata apropiadamente puede disminuir rápidamente la relación romántica para perjuicio de todos, incluyendo a los niños.
Pero, de nuevo, criar niños competentes orientados sobre Neo-Tech puede ser más remunerador que cualquier otra experiencia de la vida excepto el amor romántico.
Si existiera un mercado libre donde la tecnología y la investigación estuvieran libres de la interferencia gubernamental, probablemente en una década o menos serían rutinarios los bebés genéticamente controlados y libres de defectos. Además, los bebés producidos externamente podrían liberar a las mujeres para siempre de la incapacitación, dolor, el daño físico, y los peligros que amenazan la vida debido al alumbramiento. Esa tecnología también podría reducir las enfermedades de la infancia y eliminar los defectos de nacimiento. Los bebés producidos externamente y genéticamente controlados también permitirían la selección del sexo y de ciertas características que proveerían el máximo de ventajas a sus hijos. Pero las características variables que sólo se pueden desarrollar mediante las selecciones voluntarias de cada niño serían:
Más allá del deber moral primario de desarrollar el potencial propio para lograr felicidad duradera mediante acciones racionales, el único otro deber moral de la persona es mantener y desarrollar los propios hijos para que sean adultos maduros, no-místicos y auto-suficientes. Ese deber incluye enseñarles a identif icar la verdad y a tratar la realidad competentemente rechazando todas las formas de misticismo y deshonestidad. Los padres primero tienen que enseñarle a sus hijos a identificar y evitar la enfermedad del misticismo y a su manada de neo-estafadores. Esos niños entonces pueden desarrollarse mejor para ser adultos independientes y autosuficientes capaces de lograr prosperidad y felicidad duradera. El cuidar y criar los propios hijos apropiadamente hasta que tengan autosuficiencia e independencia competente es una responsabilidad asumida por el acto de procreación. Esa responsabilidad surge de las consecuencias de las acciones y las elecciones de los padres, (no la de los hijos). De este modo, los padres no tienen derecho a hacerle reclamos ni imponerle obligaciones futuras a sus hijos. De igual manera, después que los hijos se desarrollan como seres independientes que se sostienen por sí mismos, terminan todos los deberes obligatorios y responsabilidades morales de los padres.
Pocos hombres lograron grandeza en ningún área de los logros humanos durante los 1,000 años de la Edad del Oscurantismo (Edad Media) cuando la iglesia sofocó las capacidades intelectuales y productivas de todos. De igual manera, pocas mujeres han logrado grandeza durante su edad oscurantista que ha existido a través de la mayoría de la historia escrita. En años recientes, sin embargo, han ocurrido cambios radicales para eliminar la mayoría de las diferencias entre la opresión de hombres y mujeres. Esos cambios han ocurrido mediantes las presiones implacables y racionales del comercio y la libre empresa, no mediante las coerciones del gobierno, las feministas o los non-sequiturs de los políticos neo-estafadores... Hoy las mujeres en el mundo occidental tienen esencialmente la misma libertad y oportunidad de desarrollar sus valores comerciales en la mayoría de las áreas de actividad humana. Pero muchas mujeres, por su propia elección, no han ejercido sus nuevas libertades y oportunidades. De este modo, muchas mujeres dejan de explotar sus potenciales de prosperidad financiera, placeres psychuous, creciente amor romántico y felicidad duradera.
Los hombres divorciados y los viudos son generalmente más deseados y procurados por el sexo opuesto que las mujeres divorciadas y las viudas. Aparte de las estadísticas de población que en algo favorecen a los hombres, no existe razón natural ni intrínseca para esa diferencia en deseabilidad. La diferencia principal es que, en comparación con las mujres, los hombres generalmente son y permanecen más productivos en sus trabajos y profesiones y, por lo tanto, tienen más valores y vida que ofrecer. Por otro lado, los hombres y mujeres de un desarrollo equivalente de carácter y valores tendrían igual mérito y deseabilidad para ellos mismos y para los potenciales compañeros de amor romántico.
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